martes, 29 de septiembre de 2009

Sobre Heberto Padilla


Les dejo acá algunos poemas de Heberto Padilla, en referencia a lo que comentamos en clase el día de hoy. Saludos.

FUERA DEL JUEGO

A Yannis Ritzos, en una cárcel de Grecia.

¡Al poeta, despídanlo!
Ese no tiene aquí nada que hacer.
No entra en el juego.
No se entusiasma.
No pone en claro su mensaje.
No repara siquiera en los milagros.
Se pasa el día entero cavilando.
Encuentra siempre algo que objetar.

¡A ese tipo, despídanlo!
Echen a un lado al aguafiestas,
a ese malhumorado
del verano,
con gafas negras
bajo el sol que nace.
Siempre
le sedujeron las andanzas
y las bellas catástrofes
del tiempo sin Historia.
Es
incluso
anticuado.
Sólo le gusta el viejo Amstrong.

Tararea, a lo sumo,
una canción de Pete Seeger.
Canta,
entre dientes,
La Guantanamera.
Pero no hay
quien lo haga abrir la boca,
pero no hay
quien lo haga sonreír
cada vez que comienza el espectáculo
y brincan
los payasos por la escena;
cuando las cacatúas
confunden el amor con el terror
y está crujiendo el escenario
y truenan los metales
y los cueros
y todo el mundo salta,
se inclina,
retrocede,
sonríe,
abre la boca
“pues sí,
claro que sí,
por supuesto que sí...”
y bailan todos bien,
bailan bonito,
como les piden que sea el baile.
¡A ese tipo, despídanlo!
Ese no tiene aquí nada que hacer.


INSTRUCCIONES PARA INGRESAR EN UNA NUEVA SOCIEDAD

Lo primero: optimista.
Lo segundo: atildado, comedido, obediente.
(Haber pasado todas las pruebas deportivas).
Y finalmente andar
como lo hace cada miembro:
un paso al frente, y
dos o tres atrás:
pero siempre aplaudiendo.


LOS HOMBRES NUEVOS

Cuando los últimos disparos
resonaban en el turbio canal,
y a través de los vidrios deshechos
se empezaba a borrar el humo negro;
miramos, anhelantes,
sin advertir siquiera
que junto a la caserna abandonada,
bajo los parapetos corroídos
por la sangre y la lluvia,
ellos habían crecido
(sus ojos y sus manos y sus pelos)
y salían gritando hacia el jardín desierto:

“¡La vida es este sueño! ¡La vida es este sueño!”

Pero la vida, ¿era este sueño?
¿De verdad que pensabas en serio, mi viejo
Calderón de la Barca, que la vida es un sueño?


Más poemas acá.

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